Existen muchas maneras de valorar y analizar una película. Las más comunes tienen que ver con analizar su dirección de fotografía, sus efectos, su diseño sonoro, sus diálogos y su reparto. Sin embargo, en mi caso, lo que más me enamora y me parece significativo y valorable de estas son las emociones que me provoquen y la forma en que me llevan a lugares comunes de nuestra cotidianidad y de nuestra condición humana, logrando conectarme, mediante fuertes vínculos empáticos con los personajes y sus situaciones.

Así lo hizo el secreto de sus ojos, por ello, en lugar de comentar sus aspectos cinematográficos alrededor de aspectos sintácticos, sonoros y estilísticos, me enfocaré en describir los ejes semánticos y narrativos que me conectaron con esta obra maestra del cine latinoamericano.

Con este propósito, en un primer momento describiré la línea de sucesos que construyen la narrativa de la película, luego haré una pequeña reflexión de los sentimientos que me dejo la trama 

Línea narrativa

Una pasión aberrante y misógina que tenía encarnada desde niño en lo más profundo de sus instintos llevaron un 21 de junio de 1974 a Isidoro Gómez a violar y golpear hasta la muerte a la Liliana Coloto, una recién casada que aquella mañana llevaba puesto un vestido  de flores y aquella sonrisa recién amanecida que se fundía como un rayo de sol cuando caía sobre su mejilla izquierda. 

Una estúpida casualidad llevó a Benjamin Esposito a conocer a Irene y a sus insondables ojos azules días antes de toparse con un homicidio que marcaría toda su vida. 

Un álbum de fotos y una mirada cargada de anhelo llevó a Esposito a dar con el culpable 

La locura y la pureza del amor que sentía Ricardo Morales por su esposa asesinada lo llevó día tras día a visitar las estaciones de trenes de buenos aires, esperando que en algún momento se cruzará con el asesino de aquella sonrisa. 

En esta persistencia incansable y al ver a Ricardo detenido en el tiempo por la pérdida de un amor tan puro, encontró Esposito el valor para reabrir el caso que por negligencia habían cerrado intempestivamente.

De nuevo la pasión, esta vez por el Racing de Avellaneda, llevó a Sandoval a hallar la manera de encontrar a Isidro. Quien podría cambiar de trabajo, de domicilio, de ciudad, pero nunca jamás podría dejar de visitar al equipo de sus amores. 

Una afrenta a su virilidad llevó a Isidro a confesar el crimen, sin embargo, los esfuerzos de Espósito y Sandoval se vieron sumergidos en una justicia burocrática corrupta por la dictadura. 

El asesinato de Sandoval y la creciente imposibilidad de amar a Irene llevo a Esposito a irse de la ciudad.

La impotencia y la ira llevaron a Morales a querer asesinar a Gómez, sin embargo, la muerte sería solo descanso, quizá aquel descanso lo anhelaba para el mismo. 

25 años después, todo esto llevó a Esposito a escribir una novela, a entrar en la oficina de Irene para confesarle su amor. Mientras esto sucedía, el asesino de Irene, encerrado en una celda del patio trasero de la casa de Ricardo, le rogaba a este último que por favor al menos le dirigiera la palabra, pues no soportaba más aquella soledad,

Sensaciones 

El amor puede convertirse en una irracionalidad violenta y aberrante, como en el caso de Isidoro, Quien después de observar por años como su sueño de estar con Irene se alejaba cada vez más, decidió apagar salvajemente esa sonrisa de la cual se había enamorado   

El amor puede ser un recuerdo que nos detiene en el tiempo, Como en el caso de Ricardo Gómez, quien durante toda su vida se aferró al recuerdo de Liliana para seguir viviendo.

Y finalmente el amor puede ser una imposibilidad que se intrinca en nuestro pecho. Este fue el caso de Benjamin Esposito quien por más de 25 años estuvo enamorado de Irene y de la imposibilidad de tenerla entre sus brazos